domingo, 10 de enero de 2016

Día 9. Restaurante Bar Galicia (Castellón)


Como no todas la experiencias pueden ser placenteras, hoy me toca narrar, amargamente, la del pasado dia 6 de enero, lo que empezaba con ilusion y ganas de disfrutar acabó con una decepción monumental.

Todo empieza el dia 4 cuando llamo para realizar la reserva para comer el dia de reyes en el Restaurante Bar Galicia, me preguntan si vamos a querer un arrocito y les comento que si, uno para 3 de los 7 comensales que ibamos a ir, los otros elegirian un principal de la carta, me comentan que preparar un arroz suele tardar al rededor de unos 40' y no querrian hacernos esperar, perfecto.

Dia de autos, llegamos al restaurante unos 10 minutos mas tarde de la hora acordada y sin problema nos acompañan hasta nuestra mesa, el local es bonito, recien reformado y con todas las mesas ocupadas, buena señal, pienso yo.

Despues de acomodarnos, vienen a tomarnos nota de la bebida, no hay carta de vinos, raro, pero vale, aceptamos la sugerencia de probar su albariño de la casa, 10 minutos mas tarde vienen a tomarnos nota de la comida, tampoco hay carta, la camarera y empieza a recitar los primeros, tampoco hay mucho para elegir, pero bueno, lo primero que pido es la comida de mi hijo, un lenguado a la plancha con patatas, solicito que se marche en cocina cuanto antes y asi lo hacen, nosotros nos decidimos por unos entrantes a compartir, gambas al ajillo, almejas a la marinera, pulpo a la brasa, allipebre de anguila y boquerones en adobo, hasta ahi bien, le comentamos que tenemos encargado un arroz, de ajos tiernos y chipirones, para 3, nos preguntan que si lo vamos a compartir entre los 6 adultos, respondo que no, si esa fuese nuestra intención hubiéramos pedido para 6, nos cuenta los 3-4 platos principales que habia, solo pescado, se deciden por un rodaballo para 3.


A los 20 minutos largos, aparecen las gambas en la mesa, cuando ya habiamos dado cuenta de todo el pan, el lenguado no sale, se lo recuerdo.

Nos comemos las gambas, estaban ricas y pedimos pan, ya no habia ningun trozo en la mesa.
A los 10 minutos nos traen las almejas y el lenguado, mitad crudo, casi 40' despues de haberlo pedido, me callo, lo preparo y continuamos comiendo, seguimos sin pan. Las almejas a la marinera solo sabian a vino blanco, sin cocinar, alcoholazo puro y con perejil a cascoporro. Que pena, una almeja tan buena como esa maltratarla de esa manera..... Nos callamos pero todos lo apreciamos, no hay que ser un experto gourmet.

Nos sacan el pulpo, con all i oli, para mi gusto sobraba, pero estaba muy bueno de punto y de sabor, con sus cachelos y en un "plato" de madera como se hace en Galicia.

Justo después los boquerones en adobo con pimientos de padrón, correctos sin mas.
Nos sacan el rodaballo, que finalmente nos dicen que solo es para dos, nos habían ofrecido uno para tres, y tambien nos traen el allipebre de anguila.

Aparece el arroz en escena, buena presencia, finito, punto del grano aparentemente bueno hasta que lo probamos, aaiii dios mio, a alguien se la ha caido el salero en la paella, salado es poco para como estaba, que desproposito, aparte de que los chipirones venian con arenas.... No se como se puede sacar ese arroz a la mesa.

El allipebre correcto, sin mas, los he comido mejores.

Cuando el dueño, supongo que sería el dueño, vino a recoger la peellera nos preguntó que tal?! Y claro, nuestras caras eran un poema, al presentarle mis quejas me comento muy educadamente que el arroz se podía haber cambiado, que las almejas las hacen con vino, evidencia palpable y que el lenguado se podía haber hecho mas, se lo agradezco, pero creo que los platos han de salir como toca a la mesa, si quiero comer pescado crudo pido un tartar o un sashimi, no se trata de eso, el arroz lo hubieran cambiado, genial, pero nos tocaría esperar los 40 minutos que me comentaron en su dia por teléfono, yo creo que se ha de probar los platos antes de servirlos, desde mi humilde opinión.

Los postres, 3 caseros y los otros 2 comprados, cosa que nunca entenderé, tampoco mejoraron la comida. Tarta de 3 chocolates rica y otra de santiago de chocolate comprada normal.

Tras los cafés llega la hora de pedir la cuenta, nos comentan que el arroz no se va a cobrar, buen detalle por su parte, aun asi, salimos a unos 40€ por comensal, ni barato ni caro si la comida estuviera como debía estar, la ultima sorpresa que nos llevamos fue el precio vino de la casa, 15€ la botella, cuando no valia ni 5 siendo generosos.

Resumen, supongo que este desastre se debe a un cúmulo de errores que nos tocaron todos a nosotros, alguno de bulto, un arroz salado no tiene perdón de dios, pero como el trato fue el correcto, cuando se me pase el calentón supongo que les daremos una segunda oportunidad para desquitarse de tal fiasco.