lunes, 13 de junio de 2016

Día 28. Le Bistrot. Castellón.



Buenos días familia, la semana pasada por diversos motivos no pudimos publicar nuestra entrada semanal.


Pero ya estamos aquí de nuevo, con un restaurante nuevo para nosotros. Le Bistrot es el "gastro bar" que en su día montó Modesto Fabregat, propietario y chef de Arbequina, en Castellon. En septiembre cambiaron de equipo de trabajo, pasando a tomar las riendas Sergio Ortega y Silvia, un pareja perfecta por lo que pudimos comprobar en nuestra visita.


La cena fue un "aquí te pillo aquí te mato", habíamos quedado por la tarde con amigos para ver un desfile de dragones y fuego que hacían por el centro, y sin planear nada salió lo de ir a cenar. Nuestros amigos Rosi y Pedro ya habían ido mas veces allí y como saben el rollo que nos gusta insistieron en que fuésemos a probarlo, y evidentemente fuimos encantados.

La carta que ofrecen es muy variada, desde platos tradicionales, croquetas, ensaladas, carnes, fideuas o arroces hasta makis, tatakis o carnes lacadas.
Como ya sabéis, cuando vamos a un sitio por primera vez, nos gusta probar todos los platos que podamos. Esa noche decidimos pedir una ensalada templada, Rosi es una gran amante de las ensaladas. También pedimos los chupa-chups de pollo, maki-sushi de salmón, tataki y el secreto lacado.

Empezamos con la ensalada templada, con un variado de lechugas y brotes, dátiles, bacon y carpaccio de champiñón, con un poco de módena.

Continuamos con un maki-sushi a su estilo, a diferencia del maki tradicional, este supongo que se hace en un formato mas grande y después se porciona. Solo había una pega para mí, el arroz un tanto suelto para ser un maki, por lo demás todo perfecto.

Tataki de atún con verduritas, somos grandes amantes de este tipo de platos crudos o casi crudos. Con un marinado perfecto y levemente marcado en la plancha, las verduras sólo salteadas, casi crudite, perfectas. El resultado es un plato excelente.

Secreto lacado con salsa agridulce y arroz salvaje. La carne estaba jugosa a rabiar, la salsa maravillosa, nos recordó a nuestro viaje a China de hace unos años. Otro platazo.

Chupachups de pollo con rashanout. Los mustios de pollo "arremangaos" hacia atrás, con un crujiente rebozado creo que de kikos y con una salsa rashanout suave, a mi las especias me encantan, lo hubiese cargado mas, pero a los demás les encantó tal cual estaba.

Para acompañar toda la cena degustamos dos botellas de este maravilloso vino de Cádiz. Si no lo habéis probado os lo recomiendo muy mucho, los hemos descubierto hace muy poco, gracias a la sugerencia de Felix de DiVino de Almazora. Era la primera vez que nos lo encontrábamos en un restaurante, en tema vinos tienen cositas especiales y vinos poco comunes.

Después de esta cena tan opípara, nos costaba decidirnos por los postres, todos nos apetecían, aunque fuese por gula. Nos dejamos aconsejar y nos trajeron este brownie de chocolate, diferente a todos los que habíamos probado, sublime, sin frutos secos y la verdad no se echaban en falta.

El segundo postre fueron estas fresas estofadas, no os digo mas que cuando este plato se acabo tardamos un segundo en pedir otro, madre de dios santo que cosa mas rica. Siempre que vayamos lo pediremos.  Sin tener chocolate a mi esposa le enamoró perdidamente. Todo un acierto.

 El colofón final, o eso pensábamos, fueron los carajillos, que aunque en la foto se aprecie un exceso de café, estaban barbaros chico. Al menos como a mi me gusta, sin mucho alcohol ni muy dulzón, perfecto.

Con los cafeses nos traen estos chupitos, que no veas como olían. Me recordó mucho a esos chupachups que traen chicle dentro, los kojak. 

Y ahora si, el colofón final, como guinda del pastel a esta super cena nos marcamos una degustación de gin tonics de agárrate que hay curva. Uno por persona pero los cuatro bebíamos de todos, preparados en mesa en vivo y en directo, con sus aromáticos y todas su parafernalia que tanto nos gusta. No hay mejor manera de acabar una velada así, con amigos que son familia, buena comida e hidratándonos como es debido, que mas se puede pedir ????? pos nada, ni un euromillones lo mejoraría.

Resumiendo, que es gerundio. No sé como se nos podía haber escapado un restaurante así, con todas las horas que paso yo navegando por la red, en redes sociales y estudiando todo el panorama gastro, no me lo perdono, pero bueno.... Ahora que les conocemos vendremos muchas mas veces y en compañía para que todo el mundo conozca el gran trabajo que están haciendo estos chicos.

Sin mas me despido hasta la semana que viene, sed felices y disfrutad de la vida que solo tenemos una y es muy corta, besos y abrazo familia.